Dextrimazol combina el efecto antimicótico de amplio espectro del clotrimazol, el efecto antiinflamatorio, antipruriginoso y antialérgico de la dexametasona con el poder antibacteriano de la neomicina, fármaco de gran efectividad en el tratamiento local de las infecciones bacterianas secundarias de la piel. Está indicado en las dermatitis que cursan con infección bacteriana secundaria y que responden al tratamiento con corticoides, así como en las dermatitis complicadas por infecciones causadas por dermatofitos, levaduras, mohos y otros hongos.